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Estamos ya de lleno en el proceso electoral general del 2024 y en redes sociales, en charlas familiares, en medios seguimos discutiendo acerca de los perfiles de las dos potenciales candidatas presidenciales. Y en consonancia con nuestra tradición hiper presidencialista (que ni siquiera la transición y las reformas descentralizadoras nos han logrado minar esa visión de lo político) estamos centrando la elección en defender y apoyar a una u otra por sus “defectos” o “virtudes”.
Lo quiero invitar a una reflexión acerca de la participación. Habría que iniciar teniendo claro que en política no cambiará nada en lo que no intervengamos usted y yo. Desafortunadamente, la vía para intervenir y cambiar el rumbo está en los partidos políticos y sí, están el PAN, el PRI y PRD como las opciones para entrarle. No hay más, no hay tiempo para organizarnos y construir “una verdadera” alternativa. Estamos a poco menos de un año de ir a lo que podría ser el último proceso electoral y tenemos que pensar y actuar de manera pragmática.
Y aquí es donde el tema se pone interesante. Las opciones para la boleta presidencial sin embargo ¿ya volteó a ver el proceso de integración de la boleta para los procesos locales? Seguramente a estas alturas usted está viendo en medios, redes sociales y en los partidos políticos a diversos actores a los que “quieren”. ¿ya los observó? ¿ya los midió? ¿ya los evaluó? Si no lo ha hecho, este es el momento para incidir en la boleta electoral. Si usted no interviene, otro más lo hará y decidirá por usted.
¿Cuál es la diferencia entre usted que no participa y quienes están en los partidos políticos buscando el poder? Ninguna, el político que usted ve circulando en su entorno era su vecino, pero que tomó la decisión de dar un paso al frente y meterse. Desafortunadamente, muchos de ellos han puesto la vara tan abajo que -literalmente porque su nivel es muy menor- cualquier hoy en México ejerce el poder. Y así, dado que no ponemos atención al detalle una gran parte de nuestra clase política actual destruye y degrada el avance modernizador que se impulsó en los años recientes. Claro, sería estúpido decir que todo estaba muy bien, pero es innegable que lo que hemos visto en estos recientes años de ninguna manera corresponde al rumbo que un país civilizado y justo debería tener.
De nuevo, el reto está ahí para usted y para mí y para quien lo quiera tomar. No es poca cosa, vivimos en tiempos donde la tibieza y la cobardía son el ethos vigente, donde el valiente es visto como un iluso, porque la mayoría camina -con la resignación y la abulia cívica como escudos- hacia la barbarie y la incivilidad que ofrece el proyecto de restauración autoritaria de este régimen.
La decisión está en usted.
P.D.: El pasado sábado 23 de septiembre falleció en Mexicali, B.C. el Lic. Eugenio Elorduy Walther, primer alcalde panista de esa ciudad y gobernador de la entidad durante la etapa hegemónica de Acción Nacional a nivel local. Justamente, Elorduy Walther era un firme creyente del potencial que tenía cada individuo y él mismo, con su historia personal, se enfocó en ser uno de los artífices del cambio político en Baja California y en México.
