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La sociedad civil mexicana transita por un extravío del que parece vamos a tardar un rato en salir. Frente a los grandes problemas nacionales todo mundo parecemos serenos, imperturbables, nos vemos risueños y embelesados ante la destrucción que diariamente atestiguamos.
En uno más de esos episodios de disonancia cognitiva colectiva, la Cámara de Comercio de Tijuana organizó lo que denominó una “reunión del sector empresarial de Baja California con Adán Augusto López Hernández y Rosa Icela Rodriguez Velazquez”, quienes cobra como secretario de Gobernación y de Seguridad Pública respectivamente. En el evento también se incorporó la gobernadora Marina del Pilar para terminar de aderezar la reunión. Claro, no faltaron tampoco diversos diputados locales, regidores y funcionarios. Por supuesto, la sede fue el Grand Hotel Tijuana, el de mayor tradición y lujo en la ciudad.
Revisando las notas, declaraciones y fotografías uno se da cuenta que aquello básicamente fue un evento en el contexto de la abierta precampaña presidencial que traen por el país las corcholatas. Mientras tanto, Baja California atraviesa por una severa crisis de seguridad que no atestiguábamos desde los años 2007 y 2008, un sencillo seguimiento de prensa nos permite tener una radiografía de la entidad -y de Tijuana en particular- y entender que estamos en una situación de pueblo en el viejo oeste: somos tierra de nadie.
Debo aclarar que por supuesto es positivo que la sociedad civil, grupos intermedios y de profesionales y cámaras empresariales se reúnan con los servidores públicos que responden por los diversos temas de gobierno. Nada más que aquí hay un contraste interesante y que llama la atención, la reunión de los secretarios federales con los empresarios de la entidad fue toda dulzura, abrazos, apretones, camaradería, todos risueños. Ahora, si hacemos un poco de memoria, en los años de la crisis de seguridad en la entidad (2007 y 2008) cuando Eugenio Elorduy Walther y José Guadalupe Osuna Millán eran gobernadores, la clase empresarial local no los dejaba ni a sol ni a sombra (con justa razón por supuesto), y manifestaron siempre una beligerancia que contrastó con el evento que comentamos ahora. Las fotos del evento en Tijuana no mienten, todo mundo alineadito y sereno, listos y dispuestos para el besamanos, nadie fuera del guión; como en los viejos años dorados del PRI.
¿Qué fue lo que obtuvo Baja California a cambio de este evento de campaña presidencial? pues la promesa para que Tijuana sea la sede de la reunión nacional de seguridad que se celebra “en unas dos o tres semanas” y “mayor coordinación” según afirmaron los secretarios. Hombre, pues vaya ganancia porque esa reunión diaria en el Palacio Nacional rinde sus frutos y aquí se los comparto: Los números de Causa en Común señalan que en tres años y medio del gobierno de Andrés López se acumulan 121,655 asesinatos; 351 víctimas de secuestro; 1,518 mujeres asesinadas; 12,737 víctimas de homicidios dolosos; 23,966 casos de robo con violencia; 110,138 casos de violencia familiar; 397 víctimas de trata; 4,673 víctimas de extorsión; 19,547 robos de vehículo con violencia y 36,733 casos de narcomenudeo.
P.D.: También los secretarios vinieron a decir que tenemos una gobernadora muy trabajadora.