Compartir en tus redes sociales:

Estamos por cerrar el año 2023, y aunque ya estamos en etapa de precampaña la intensidad de la actividad política comenzará a bajar y nos tocará tener un respiro. Habrá tiempo para la reflexión, para hacer un balance de lo que hicimos y de lo que se nos queda pendiente. Tendremos oportunidad de celebrar, compartir regalos, abrazos y buenos deseos.

El próximo año llega la hora de la verdad, y ello significa que todo lo que la oposición ha estado postergando durante casi cinco años y no ha podido consolidar una propuesta serie y de sentido común. Ahora tendrá que hacerlo en muy poco tiempo, y ello nos exige a los ciudadanos meternos a fondo. Usted que tiene una credencial de elector a la mano y que potencialmente participará de la jornada electoral del 2 de junio tiene también una gran responsabilidad.

La verdad es que es imposible que nos mantengamos al margen, no podemos excusarnos en una falsa superioridad moral, ni decir que estamos por encimas de los partidos políticos y sus actores. Leo en redes sociales las críticas a unos y otros porque está X o está Y. Coincido totalmente con usted, uno quisiera que la clase política del país se tomara la tarea en serio e hiciera bien su trabajo para que uno no tuviera que preocuparse y ocuparse de la cosa política. Sin embargo, si queremos que ángeles esos sólo están en el cielo, y nos toca asumir que tenemos que trabajar con lo que tenemos a la mano. Seamos honestos, tampoco es que en la sociedad mexicana nos desbordemos de nuestra gran calidad cívica y ciudadana, hay que reconocer que no hemos atinado a ser los mejores.

En todo este asunto, la verdad es que la pregunta es muy sencilla: ¿está usted dispuesto a tolerar otros seis años más de destrucción del país? Usted en lo individual reflexione, vea el entorno, haga las cuentas, responda qué es lo que quiere y tome acción en consecuencia. En cada elección escuchamos que “nos jugamos el futuro” y como en ninguna otra esa frase cobra muchísima relevancia y potencia. Hay que pensar qué país queremos, y cómo queremos vivir en él. ¿Quiere usted democracia sí o no? ¿quiere vivir en libertad sí o no? ¿quiere usted vivir en un país donde todos tengamos una oportunidad para avanzar tanto como nuestro esfuerzo nos permita? ¿o prefiere vivir agachado y sometido al ogro filantrópico?

El tiempo ya (casi) se acabó, cuando usted lea estos párrafos estaremos a menos de seis meses de la elección general del 2 de junio y si le parece que este régimen ha rebasado todo lo impensable, créame que aún falta muchísimo por ver. Le digo claramente: no van a entregar el poder de manera civilizada, en ninguna circunstancia ni escenario sucederá, no vamos a una elección típica, así que prepárese.

Me despido y le quiero dejar unas preguntas para que lo reflexione seriamente: ¿está usted listo para participar? ¿está listo para decir lo que usted quiere y obligar a que los candidatos respondan con propuestas a sus necesidades más básicas? Llegó la hora de la verdad.