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“No mires arriba” debió tratar sobre OVNIs: esta reseña puede ser el “trailer” de la historia más grande en miles de años, pero pasó como cualquiera otra nota.
El gobierno de USA admite que ha captado aparatos en el cielo, cuyo origen y tecnología no puede explicar.
Para qué puede servirle al gobierno de USA admitir, oficial y públicamente, que en el cielo y sobre sus instalaciones militares, ha captado aparatos inexplicables, cuyo origen tampoco pertenece a otras potencias militares del planeta?Hace años que el debate sobre el fenómeno OVNI languidece, pero su base se mantiene. Los avistamientos, variaditos en forma y duración, siguen sucediendo, sobre todo en las metrópolis a lo largo y ancho del planeta.
Ya se va a hacer contacto amplio y constante? Puede ser.No hay tema que se preste a la teoría de la conspiración, como el de los OVNIS, por eso es de difícil manejo: basta muy poco para banalizarlo o volverlo un alucine baratísimo.
Valdría la pena abordarlo con tiento y serenidad… capaz y se pone de moda pronto.Estamos solos en el universo? No parece probable, y a ratos ni siquiera posible.
¿Un encuentro entre civilizaciones es cosa viable? Tampoco parece probable, y a ratos tampoco posible.
En medio de esas dos improbabilidades andamos, escépticos pero curiosos.
¿Y si…? Y si los relatos contenidos en los textos de todas las religiones antiguas, sobre batallas en el cielo, son TEXTUALES?
¿Y si Gilgamesh combatió con extraterrestres?
¿Y si Ezequiel no tuvo “visiones místicas”, sino que fue testigo de hechos objetivos?
¿Y si “la serpiente emplumada” no era un tipo que hablaba dos lenguas con ropajes extraños, sino una civilización que viajaba en un vehículo volador de forma caprichosa?
¿Y si el Arca de la Alianza era un aparato nuclear?
¿Y si la ayuda “divina” que recibió Josué, era tecnología?
¿Y si ALGO llegó del cielo hace miles de años, para plantar la civilización en este planeta perfecto para la vida?
¿Y si Quetzalcóatl/Kukulkán fue como Moisés y su misión, más que enseñar los rudimentos para el aprovechamiento del maíz, fue la de dar un código MORAL a los nativos?
Y si, y si, y si… la historia está llena de relatos alegóricos y de lagunas entre ellos, y genera dudas y especulaciones, y esperanzas y mofas.
Y cuando un gobierno como el de USA admite que en el cielo hay tecnología inexplicable, la curiosidad resurge. Y eso es bueno.