Compartir en tus redes sociales:
Siempre hacia finales de año nos apuramos a terminar los pendientes que traemos cargando desde inicios de año, nos preguntamos si cumplimos los objetivos que nos planteamos. Algunas veces tenemos remordimientos y en otras prometemos que ahora sí para el siguiente año vamos a cumplir. De modo que en enero empezamos el ciclo y así vamos año tras año.
Algo similar pasa con nuestra ciudadanía. Nos cuesta trabajo incorporarla a nuestra vida cotidiana, se nos dificulta entender que la política está en todos los ámbitos de nuestro día a día. Gran parte del momento que atravesamos es resultado de una sociedad que dejó de moverse, que fue bajando el ritmo de ímpetu. Y claro, después de décadas en las que el voto no se contaba y de repente comenzó a ser importante contar bien los votos fue motivo de entusiasmo ciudadano. Eso solo por citar lo más básico.
Sin embargo, solo ir a votar no es suficiente. Ahora en poco tiempo vamos a tener que actuar a un ritmo más rápido y construir un país nuevo. Yo no comparto esa idea de algunos en la oposición de “regresar al 2018”, eso es imposible, tan imposible como la restauración emprendida por este régimen fallido. Después de todo, quién podría estar interesado en ir al pasado, ya suficiente tenemos con el intento absurdo de esta administración de gobernar viendo al pasado.
Seamos francos, este régimen ya no tiene mucho qué hacer ni qué ofrecer, el dinero se les va a acabar muy pronto, así como los pretextos. Y entonces vendrá la gran crisis. A pesar de ello, por sí mismo no será suficiente para que todo esto termine, usted y yo tendremos que asumir la ciudadanía para darle la puntilla final y entonces sí a comenzar a construir un país nuevo. Nada de reconstruir o reparar, construir de nuevo todo.
De mi parte tengo en mente seguir compartiendo algunas ideas para que sean conocidas tanto como sea posible, también estar más atento y vigilando a las autoridades locales, cuestionando, preguntando, transparentando todo. Debemos acostumbrar a la clase política a darnos el trato de igual a igual y en ello rendir cuentas de todo. Usted también imagine lo que puede hacer.
Con esta columna me despido de esta primera temporada y agradezco la invitación de @Donvix para colaborar en su website. Finalmente, en estos días de pausa y reflexión piense en lo siguiente:
¿Cómo es el México que merecemos?
¿Qué tenemos que hacer para que suceda y se vuelva realidad?
Gracias, que pase usted Feliz Navidad y un gran año nuevo 2022.