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El día de ayer, 23 de mayo de 2023, el partido que más depende del ecosistema de redes sociales para mantenerse vigente, Movimiento Ciudadano, experimentó un colapso atroz precisamente en las redes sociales, al tratar de diluir la participación ciudadana en la elección del Estado de México, a celebrarse en menos de dos semanas.
En esa elección, decisiva de cara a la elección federal de 2024, Movimiento Ciudadano no presentó candidato a gobernador por una razón muy sencilla: no quiso hacer el ridículo; de haber participado, MC habría obtenido un porcentaje de votación tan bajo, que su pose de “tercera vía” no sería creíble en la elección del próximo año.
Por ello renunció a competir, apostando a pasar desapercibido hasta que la elección del Edomex arrojara un resultado, y a partir de este construir su discurso hacia 2024. Hasta ahí, su decisión fue medianamente inteligente… luego dejó de serlo.
Ayer, un par de figuras prominentes (es un decir) de Movimiento Ciudadano, salieron a redes sociales para señalar que, según ellos, la elección del Edomex ya está decidida a favor de la candidata del régimen, y que eso se debe a que el Pri, uno de los partidos de la alianza opositora, “ya vendió la elección”.
Con esas declaraciones, MC trató de reventar la elección en Edomex (por razones que sólo sus dirigentes conocen) pero sólo consiguió reventar su propia pose, pretendidamente “neutral”, ante ese proceso electoral.
La reacción de los usuarios en Twitter fue de molestia y reclamo, similar a un manotazo en la mesa para hacerlos callar; sin embargo, MC insistió en su mensaje contra el Pri, contra la alianza y, lo más grave, contra la elección. Entonces la respuesta social subió de tono, al grado de provocar una debacle de la que el partido naranja no se repondrá jamás.
Ayer, como nunca antes contra un partido político, vimos emerger en Twitter el hartazgo social, y no se debió sólo al aparente apoyo de MC al régimen federal… ese sólo fue el disparador. El estallido tuitero contra el partido naranja, se debió a que suficientes ciudadanos ya se hartaron de las hijaputeces cínicas, de los discursos retorcidos, del timing grosero y de la visión utilitaria que los partidos políticos tienen del votante.
Ayer los ciudadanos le recordaron a MC sus alianzas con el régimen federal, sus contradicciones, su pasado y sus poses cursis en temas ridículos. Por cada reacción positiva que cosechó ayer MC, le cayeron encima seis reacciones negativas; la discusión pública en torno a sus dichos fue dominada por las palabras “traidores”, “miserables”, “basura”, “arrastrado“ y “vendido”. Les dieron, pues, una paliza. La merecían, sin duda.
Lo más grave para el partido naranja, es que el discurso ciudadano escaló del mero reclamo, al anuncio de sanciones cívicas para ese partido: desde bloquear o silenciar en redes sociales a quienes se ostenten como sus miembros, hasta una cruzada para hacerlos perder el registro en 2024.
Siendo un partido pequeño, y profundamente dependiente del ruido en internet para mantenerse vigente, la amenaza para MC es muy seria después de su colapso de ayer.
Y hoy, en otras oficinas pintadas con otros colores, otros políticos acostumbrados a abusar de los votantes sin el menor rubor, miran con preocupación el derrumbe de Movimiento Ciudadano; saben que la paliza fue para los naranjas, pero el mensaje es para todos: se acabó lo que se regalaba.
Yo lo celebro.